LOS MIEDOS DE UNA MADRE
Ser madre es ser bella por naturaleza, por lo menos a los ojos de tus hijos ¿no? o ¿ser bella es encontrar la belleza de tu interior?
Es simplemente que para ellos soy bella y eso me basta...
Es que así soy yo, no es que sea
exactamente un adonis o hubiera sido la reina de belleza que todo México
esperaba, aunque por cierto si soy la cantante que este país necesita, nadie
reconoce mi talento; pero esa es otra historia…
Me quede en que no soy la mujer más bella
del mundo, pero tampoco soy así que digamos, ¡horrible! Mi madre siempre me
dijo que era bella, ¡ella sí que lo era! Y, además me di a la tarea de preguntarles a mis hijos ¿si creían que era bella?, dijeron que si.
Me he puesto a
leer artículos sobre "el amor de mi vida" y esas cosas y
encontré un bello vídeo en donde le preguntan a varias madres,
¿qué les hubiera encantado ser? Y ellas dan varias respuestas, jamás tome
el tiempo de preguntarle a mi madre, a ella que le hubiera encantado ser; y si
me preguntan a mi, me hubiera encantado
ser ingeniera en sistemas, desde el día que conocí una computadora me enamoré
por completo de ellas, me gusta bailar, cantar, cocinar, puf creo
que sería una gran chef, soy manualista y hago labores secretariales y
contables con mucho amor, pero lo mío, es estar en la “compu”; a veces creo que
tengo talento para esto.
En fin, decía que en
el vídeo les preguntan a ellas también, sí, ¿cambiarían a
sus hijos por lograr sus sueños?, aparece un momento de calma en
el vídeo y de inmediato ellas comienzan a contestar y la
respuesta rotunda es ¡no!
¿Como una madre podría cambiar a sus hijos
por sus sueños?, creo que ser madre es una decisión, aunque en algunos casos
ellos lleguen a nuestras vidas de manera inesperada, es, en mi caso,
la mejor decisión que he tomado.
Y no
voy a negar que ser madre es una decisión que a muchas les provoca miedo,
tal vez angustia o terror, les cuento algo, a mi también me dio miedo,
pero todo valió la pena, de verdad, ser madre es algo único y especial, luego, ja ja de nuevo viene el miedo, pero renovado...
En el curso de mi vida he tenido
muchos días de miedo y angustia, pero realmente días de horror, solo 4, el
primero llegó cuando entré en terapia intensiva, esperando ver a mi
madre con vida y no fue así, ahí dentro me dijeron que no le dijera nada, que
no me podía escuchar porque ya se había ido… ¿A dónde? Como es que se fue sin
darme mayor explicación de su partida, un remolino de miedo y angustia me
paralizaron pero, luego sobrevino el
llanto, en otra ocasión hablare de eso, lo prometo, el segundo día vino
cuando estaba por nacer mi segundo hijo que en este caso era niña, el miedo de
la despedida a el amor de mi vida, mi hijo “Paketin” fue uno de los momentos
más horribles de mi vida entera, el miedo a morir en la sala de
partos por dar a luz a mi hija y, dejarlo a él, huérfano de madre,
y que sintiera el temor que yo he sentido por estos años me angustiaba de
una manera indescriptible, realmente fue terrible, el tercero fue una oscura
navidad que pase internada en el hospital por un dolor de vesícula biliar, se
escuchaban los cantos para pedir posada, luego rompieron la piñata y más tarde
campanadas de la iglesia local supongo, porque ya había llegado la navidad; mientras,
a mi me angustiaba el dolor que
seguramente estaban experimentando mis hijos, cobijados yo sé, por su padre,
mis hermanas y hermano, mis sobrinos, pero sin mí, y justo ahora es el
cuarto día, tengo miedo de mi, de mis decisiones, de el daño que
estas puedan causar, de lo precipitado de estas, de no estar segura de lo
que pasa con mi cuerpo, sé que vienen tiempos difíciles, se también
quienes estarán conmigo al 100 para luchar y también se que los exámenes de
rutina no lo son.
Pero, si ahora mismo me preguntan si
dejaría de ser madre por cumplir mis sueños pues mi respuesta es: ¡no! Sin
lugar a dudas ser madre es la experiencia que cambio mi vida, que
le dio sentido, que me hace luchar con la rutina, con la
envidia, con cada obstáculo que me encuentro, Paketin y Vale son mi vida entera
y no son palabras vacías, es mi verdadera vocación, aunque sé que grito
desaforadamente, vocifero palabras de las que luego me arrepiento, soy
excesivamente exigente con ellos y no doy margen de error, quiero que aprendan
todo, que vivan todo, que luchen siempre por todo, en pocas palabras no soy la
mejor madre del mundo, si me lo permiten alzo la bandera del amor para
cubrir mis errores, porque siempre lo hago con amor y por amor, con el deseo de
que ellos se superen, sean amables, obedientes, nobles pero a la vez educados,
preparados, cultos, valientes y esforzados. Que cada vez que alguien se cruce
en su camino se note la buena crianza. Trato de dejar mejores humanos a este
planeta tan vacío.
Y, después de encontrar respuesta y
contarles cómo es que he llegado a ella a pesar de mis miedos, que en realidad
es una mezcla de miedo y angustia; les pregunto a todas esas mujeres que
son madres ¿Cuál era el sueño de tu vida? ¿Lo llevas a cabo? Si la respuesta
es: si, ¡¡FELICIDADES!! Tienes todo mi reconocimiento por lograr tus sueños y a
la par llevar a cabo la vocación de ser madre, y si tu respuesta es no, te
pregunto ¿cambiarías a tus hijos por lograr tus sueños? Cuéntame tu
respuesta.
Espero encontrarlos de nuevo en mi
siguiente blog y tomar un tema menos escabroso que el miedo.
Recuerden que solo venimos a este mundo a
ser felices, luchen día a día por serlo a pesar de ir en el metro, metrobús o
microbús…
CVR
Les dejo el vídeo para que lo
vean, a mi me hizo llorar, ya saben soy muy sentimental.
Comentarios
Publicar un comentario